El actual escenario de transformación tecnológica y cultural exige que la evolución de las empresas y sus equipos sea dirigida por profesionales capaces de adaptarse, con agilidad, eficiencia, empatía y entusiasmo formador, a los desafíos de un entorno cada vez más volátil y competitivo.
El vertiginoso ritmo con que avanza la transformación digital y cultural de las empresas exige también ampliar y modernizar cons- tantemente las competencias y perfiles directivos de los nuevos “líderes digitales”.
Este paso es fundamental para optimizar el desempeño y competitividad de las organizaciones dentro de un mercado dinámico, volátil y altamente competitivo.
Entrevistamos a Marlene Haverbeck y Caroline Knopel, socias y directoras de Denken Consultores, para quienes el factor clave de esta transformación radica en la necesidad de formar y adoptar liderazgos ágiles, flexibles, autocríticos, empáticos, formadores y colaborativos. Variables que definen como “esenciales para consolidar el posicionamiento exitoso de las empresas”.
-¿Cómo deben ser los nuevos liderazgos, para que ayuden a las empresas a enfrentar exitosamente este contexto de ambigüe-dad e incertidumbre?
Tenemos la certeza de que el cambio es tan rápido y acelerado, que no alcan- zamos a dimensionar cuáles fueron las variables que lo condujeron. Por lo tanto, debemos prepararnos para desenvolvernos en ambientes ambiguos e inciertos, y ser capaces de tomar decisiones con poca información y de manera ágil.
Es por esto que es clave la capacidad de adaptación y flexibilidad, así como desarrollar un pensamiento intuitivo y creativo, abierto a nuevos desafíos, con capacidad de autocrítica y de reconocer errores como parte de un camino de aprendizaje.
Se necesitan líderes con disposición a una escucha genuina, donde la mirada y opinión del otro (sobre todo en la diferencia) suman y comple- mentan, logrando superar cualquier obstáculo en situaciones de adversidad.
Esto, aunque parezca difícil y complejo, conlleva la decisión consciente de generar espacios de colaboración, de compartir ideas y buscar soluciones a los problemas que se presentan.
Debemos reflexionar, analizar el punto de partida y buscar maneras diferentes de hacer las cosas. Por eso, generar equipos diversos es crucial si queremos avanzar con innovación y creatividad.
Además, un buen líder debe tener visión sistémica de la organización. En consecuencia, se enfoca en los objetivos y establece tiempos realistas. Se asegura de ir más allá de las tareas, de conocer el propósito de estas y de compartirlas. Un líder sin destino claro, produce confusión en su equipo.
También es importante que, al tener claros los objetivos, estos se comuniquen al equipo con suficiente anticipación. De esa forma, todos estarán alineados con el logro de las metas.
-¿Cómo ayuda la moderna psicología organizacional a reconocer y potenciar estos nuevos liderazgos de la “era digital”?
La psicología organizacional actual aporta una mirada apreciativa, mostrando evidencia de los cambios que se pueden generar al identificar los aspectos por los que destacan cada uno de los líderes de la organización y al diseñar intervenciones orientadas a potenciar estas características.
Hay un cambio en el foco en que centramos nuestra atención, pasando de una visión de identificar y trabajar desde las brechas y debilidades, a trabajar las fortalezas de cada líder.
Lo anterior genera mayor compromiso de los líderes con su proceso de desarrollo, ya que aumenta su auto confianza y por lo tanto la seguridad de que pueden lograr los cambios necesarios y aportar al desarrollo de otras personas.
Otro punto fundamental que debe considerarse como parte del proceso de desarrollo de un líder, es generar instancias que contribuyan al autoconocimiento.
De esta forma cada líder es consciente, por ejemplo, de su estilo relacional, desde qué lugar lidera a otros, de sus puntos ciegos, del impacto que genera, de sus motivaciones y de sus juicios entre otras cosas. Sin este punto de partida, es probable que los cambios que se generen resulten superficiales y muy acotados.
Hoy contamos con distintas metodologías que contribuyen a este proceso de autoconocimiento, como assessments, procesos de coaching y programas orientados a la autoconsciencia. También, en el proceso para potenciar liderazgos para el mundo actual, es relevante entregar a los líderes herramientas que les permitan tener conversaciones de alto impacto, que movilicen y generen cambios, entendiendo que es clave liderar desde la influencia y no desde la autoridad.
Si en las organizaciones queremos retener y fidelizar a los talentos, los líderes tienen que estar preparados para generar conversaciones que orienten a sus colaboradores y que busquen acompañarlos en el proceso de alcanzar su máximo potencial, manteniendo una escucha activa, un interés por comprender a cada persona y siendo una guía en el desarrollo y el cumplimiento de las metas.
-Asimismo, ¿cómo debe plantearse la moderna psicología organizacional para guiar a los líderes organizacionales en la construcción de ambientes internos más colaborativos y más “felices”?
Para apoyar a los líderes en la construcción de ambientes colaborativos y que generen bienestar, es fundamental trabajar en primera instancia en la cultura organizacional, definiendo en conjunto el propósito organizacional y los valores que son y/o serán los pilares de esta cultura. Este es el punto de partida, el gran paraguas que orienta todas las intervenciones a nivel organizacional y las acciones que los líderes deben tener presentes en el día a día. Además, las investigaciones de los últimos años muestran la importancia que tiene para los trabajadores conocer y ser parte del propósito organizacional, así como comprender el sentido específico de su rol, y visualizar cómo su trabajo diario aporta al gran propósito de la organización. La responsabilidad de transmitir lo anterior no es solo del gerente general o del equipo directivo de la empresa, es parte del rol de cada uno de los líderes de la organización, considerando que no solo debe ser parte de su discurso, sino que es clave que se vea reflejado en sus acciones diarias.
También es importante apoyar a los líderes en el desarrollo de habilidades que les permitan conocer a las personas con quienes se relacionan, compren- diendo sus necesidades y motivaciones. Es aquí donde resaltamos nuevamente la necesidad de tener conversaciones constantemente, ya que es lo que nos permite conocer el contexto de cada persona.
Además es fundamental que los líderes fomenten la autoconsciencia de sus colaboradores, enfocándose en las fortalezas de cada uno y en la valoración de lo que aportan desde su estilo, para de esta forma potenciar el trabajo colaborativo y el desarrollo de equipos de alto desempeño basados en relaciones de confianza y apreciativas.
-¿Cuánto han cambiado los paradigmas de liderazgo organizacional en los últimos años? ¿Cuáles son hoy las competencias y habilidades que requiere el nuevo líder de la era digital?
Cualquier persona puede ser un líder, si es que decide tomar este rol con responsabilidad y conciencia.Uno de los principales problemas en las organizaciones es la falta de líderes que actúen como formadores y permitan a las personas crecer, ser escuchadas y desarrollar sentido de pertenencia.
Esto repercute directamente en que los profesionales tiendan a irse en busca de un lugar donde puedan desenvolverse, aportar y usar todo su potencial.
Necesitamos líderes capaces de formar a otros líderes, equipos de trabajo autónomos, capaces de enfrentar crisis y tomar acciones en contextos complejos. De esta manera las decisiones se agilizarán y se considerarán sus consecuencias en otras áreas de la organización. Las competencias que necesitan desarrollar los líderes de hoy son: apertura al cambio y la flexibilidad; crear y mantener un flujo libre de información; fomentar y demostrar una mentalidad abierta; capacidad de escuchar y ser receptivo para incorporar la sabiduría y creatividad de su equipo; capacidad para innovar y utilizar recursos creativos e intuitivos; encontrar nuevas formas para resolver problemas y agilidad para llevar a cabo los planes.
Todos podemos aprender y desarrollar estas habilidades. Lo importante es preparar a los líderes entregándoles las herramientas necesarias para poder enfrentar estos nuevos retos.
Por ende, independiente de nuestras propias y únicas características, si nos preparamos como lí- deres podemos guiar a nuestros equipos a alcanzar las metas con excelencia, cuidando las relaciones y el bienestar de las personas.
-Al mismo tiempo, ¿necesitamos más líderes coach capaces de impulsar el empoderamiento, la creatividad y la formación continua de sus colaboradores?
Gran parte de nuestro aprendizaje se da en el trabajo, no obstante, eso no implica que sea la única experiencia que tienen las personas. El líder es quien tiene que asegurarse que esto suceda. Debe verse a sí mismo como un facilitador de aprendizaje. Uno de los métodos poderosos para desarrollar personas en el trabajo es el coaching, que implica desarrollar las habilidades de los colaboradores para encontrar respuestas y perspectivas por sí mismos, en lugar de brindarles soluciones.
El coaching se entiende no solo como un estilo de liderazgo, sino también como una forma de conversación. Tanto una forma de pensar como una técnica. Por ello, al utilizarlo como herramienta de desarrollo en las organizaciones, los colaboradores trabajarán de manera independiente, obtendrán diferentes perspectivas respecto de los desafíos y tomarán sus propias decisiones.
En términos del valor que entrega el líder, el formar a otros es un punto clave.
El cambio más significativo por el que atraviesa una persona cuando pasa a ser un líder de otros, es que su enfoque debe cambiar de producir resultados a través de su contribución individual, a producir resultados a través del trabajo de otros y, por lo tanto, debe ser responsable de participar en el desarrollo de otros. Por esto, es importante que el líder asuma un rol de “director técnico” de su equipo, donde genere el escenario para que los jugadores salgan a la cancha y brillen.
-¿Qué recomendación le daría tanto a los emprendedores como a las grandes empresas de nuestro país, en cuanto a reforzar o reorientar sus actuales modelos de liderazgo?
Lo primero que sugeriría es estar cerca del equipo, comunicar con transparencia y claridad lo que está ocurriendo, tanto las acciones que se están tomando como lo que se espera para el futuro.
Escuchar también es clave, para comprender lo que está viviendo el otro y para construir juntos. La adaptación a la nueva fase requiere de todas formas un trabajo colaborativo, de unión y mucho foco en lo críticamente importante.
Además, la transformación organizacional debe tener como norte necesidades reales. Es muy fácil quedar en la situación de estar “apagando incen- dios”, pero hoy lo principal, como emprendedor, es dar prioridad a aquellas metas más importantes. Poner atención a lo que es crítico hoy y establecer prioridades.
En tal sentido, es esencial hacernos las siguientes preguntas: ¿estamos haciendo lo correcto?, ¿estamos siendo transparentes para comunicar nuestras deci- siones a los stakeholders?, y ¿estamos escuchando y tomando estas decisiones en forma conjunta?
Esto implica poner especial atención al desarrollo de habilidades tales como:
- Agilidad: Se necesitan respuestas rápidas, man- teniendo la mente abierta y flexible para tomar decisiones oportunamente.
- Comunicación y Escucha: Es imperativo conversar, escuchar e incluir distintas miradas para lograr acuerdos.
- Pensamiento innovador. Ser pionero para encontrar respuestas diferentes que permitan alcanzar los resultados requeridos.